ORACIONES Y VIDA CRISTIANA
Toda la vida del cristiano es
un camino hacia el Padre, de la mano del Hijo, con la asistencia del
Espíritu Santo:
Vendremos a él dijo Jesús y haremos morada en él. No es posible una vida
cristiana consciente sin la atención a los Tres que habitan en nosotros por
la gracia. Y esa atención se manifiesta con el diálogo: estar a la escucha
de Dios (que habla por medio de su Palabra y de los acontecimientos), acoger
esa Palabra y guardarla en el corazón, y hablar a Dios. Eso es la oración,
que puede ser mental y oral.
ORACIÓN
MENTAL:
Es elevar el pensamiento y el corazón a Dios,
sentirle cerca, dentro, y hablar con él y a él, sin necesidad de palabras.
Una forma de expresión de esta oración es la meditación. Y la lectura del
Evangelio, por ejemplo, puede servir de base para esa meditación de la
Palabra, a ejemplo de María, que guardaba la Palabra y la meditaba en
su corazón.
ORACIÓN
VOCAL:
Es la que se expresa con palabras, en voz alta o en
voz baja, solo o en comunidad o en familia, con oraciones espontáneas o con
oraciones ya formuladas. De todas estas formas de oración nos dio ejemplo el
Maestro.
En
todo caso, la oración es tan necesaria a la vida cristiana como el aire, el
agua y el alimento a la vida natural. Por eso, ofrecemos a continuación las
oraciones del cristiano más acreditadas por la práctica.
Hay oraciones para cada día y para especiales circunstancias. Cada día
procura, como mínimo:
Hacer la señal de la
Cruz: te recuerda tu bautismo que te constituyó hijo de Dios.
Rezar el Padrenuestro y
las tres Avemarías.
Leer y meditar el texto
correspondiente del Evangelio.
VÍA
CRUCIS
ORACIONES
1.
LA SEÑAL DE LA CRUZ.
Por la señal + de la Santa Cruz
De nuestro + enemigo
Líbranos, Señor + Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu
Santo.
Amén
2.
EL PADRENUESTRO.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu nombre,
Venga a nosotros tu reino,
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
Danos hoy nuestro pan de cada día,
Perdona nuestras ofensas
Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentación,
Y líbranos del mal. Amén.
3.
EL AVEMARÍA
Dios te salve, María,
Llena eres de gracia,
El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
4.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
5.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío:
Por ser tú quien eres, Bondad infinita,
Y porque te amo sobre todas las cosas,
Me pesa de todo corazón de haberte ofendido;
También me pesa porque puedes castigarme
Con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia,
Propongo firmemente nunca más pecar,
Confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
6.
COMUNIÓN ESPIRITUAL
Creo, Jesús mío, que estás presente
En el Santísimo Sacramento del Altar;
Te amo sobre todas las cosas
Y deseo recibirte dentro de mi alma.
Mas, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
Ven espiritualmente a mi corazón.
No permitas, Jesús mío,
Que jamás me
aparte y separe de ti. Así sea.
7.
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU
SANTO
Ven Espíritu Santo,
Llena los corazones
de tus fieles
Y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
V. Envía
Señor, tu Espíritu y habrá una nueva creación.
R. Y renovarás
la faz de la tierra
Oración:
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del
Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el
bien y gozar de su consuelo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
8.
AL LEVANTARSE
Yo te adoro, Señor y Padre mío,
Y te amo con todo mi corazón,
Te doy gracias por haberme creado y hecho cristiano
Y por el nuevo día que me regalas.
Te ofrezco las acciones de este día:
Haz que sean según tu voluntad y para mayor gloria tuya.
Líbrame del pecado y de todo mal.
Que tu gracia esté siempre conmigo
Y con todos los que yo quiero. Amén
9.
AL ACOSTARSE
Te adoro, Señor y Padre mío,
Y te amo con todo mi corazón.
Te doy gracias por haberme creado y hecho cristiano
Y por haberme conservado en este día.
Guárdame en el descanso y líbrame de todos los peligros,
Perdona los males que hoy he cometido
Y acepta el bien que he hecho.
Sálvame, Señor, despierto,
Y protégeme mientras duermo,
Para que viva con Cristo y descanse en paz. Amén |